
Las Galerías Punta Begoña se proyectaron después de que Horacio Echevarrieta viajará a Estados Unidos y comprobará que allí se estaba construyendo en hormigón armado. Tomó entonces la decisión de que estas galerías se levantarán con un lenguaje arquitectónico clásico, pero optó por ese nuevo material que tanto le había impresionado.
Por aquel entonces había en Bizkaia muy pocos edificios construidos de hormigón. El primer edificio con estructura de hormigón construido en Bizkaia fue la fábrica de harinas La Ceres de Bilbao (1900), pionero en aplicar la patente Hennebique de hormigón armado, lo que convierte a esta construcción en un hito tecnológico en la historia de la arquitectura industrial vasca.
El edificio de las galerías no es muy posterior, ya que el proyecto data de 1918. Su singularidad viene dada por el uso de una técnica constructiva tan novedosa en un edificio de uso privado y residencial. Punta Begoña puede considerarse todo un laboratorio de distintos morteros y hormigones de prueba y error: algunos han fallado, pero afortunadamente los que formaban la estructura principal no.