La linterna de Horacio

Si interna y funcionalmente el «salón de representación» es la pieza principal del conjunto histórico de Punta Begoña, a escala urbana esta pequeña rotonda es su símbolo. La bisagra entre las dos galerías toma la forma cinquecentista de esta rotonda perípteda para dar remate al «paseo de las grandes villas de Getxo», donde uno a uno los palacios de las más influyentes familias de la burguesía vizcaína se alineaban frente al mar, la ría, los montes de hierro… y sobre todo, frente a sus negocios. Desde estos 41 metros cuadrados, Horacio Echevarrieta vislumbraba su actividad, las regatas que tanto amaba, el comercio de su mineral, sus navíos rumbo a Inglaterra o Alemania y, sobre todo, el ir y venir de gentes a quienes quedaba claro que este no era solo un espacio desde donde mirar, sino un foco para hacerse visible.