Hoy las Galerías Punta Begoña han albergado la visita de tres de los mayores expertos estatales en gestión de patrimonio cultural, que han aportado sus opiniones sobre el proyecto.

Junto a la directora de la Fundación Punta Begoña, recorrieron las galerías Roberto López de Eguiluz, Gonzalo Arroita y Francisco Toledo Coello.

Dentro de sus extensas trayectorias, se debe destacar, por su relación con el proyecto de Punta Begoña, que López de Eguiluz dirigió e impulsó la recuperación de las Salinas de Añana, modelo por muchas causas, pero sobre todo por la autofinaciación y la rentabilización social generada por un proyecto de patrimonio cultural,

Arroita fue pionero del modelo “Abierto por Obras”, que, desde la Catedral Vieja de Vitoria se trasladó a decenas de proyectos por el mundo. Dirigió e impulsó proyectos que cuentan con tres premios de la Unión Europea, dos de ellos en categoría especial.

Y Francisco Toledo es gestor y concesionario de uno de los espacios con más historia del Estado, el Castillo e Isla de Sancti Petri, en la provincia de Cádiz.

Tras la visita, aportaron un análisis escrito con su visión sobre aspectos prácticos de Punta Begoña, en los que destacan las siguientes reflexiones:

Gonzalo Arroita

En muchos lugares se construyen equipamientos cívicos para buscarles luego usos. Punta Begoña, al contrario, es un gran equipamiento ciudadano, pero lleno de historia, de naturaleza, de paisaje y de belleza. Puede convertirse en un centro cívico incomparable, que la gente llenará de vida de forma natural…

Pocos proyectos de patrimonio cultural están tan claramente enfocados a ser útiles a la sociedad, a hacer la ciudad más vivible y habitable, como piden los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Francisco Toledo

El espacio de por sí tiene magia: su ubicación, en el barrio de Neguri, con sus imponentes villas de finales del siglo XIX y principios del XX; sus vistas al Puerto Deportivo de Getxo, la Playa de Ereaga y, en la lejanía, al Puerto Viejo, el Parque de Usategui y el Fuerte de Galea; su construcción, uno de los primeros ejemplos de arquitectura de hormigón armado en Euskadi y España; su artífice, el gran Horacio Echevarrieta, a quien respectus como emprendedor y amante del riesgo, por su apuesta por los Astilleros de Cádiz y su pasión por el mar; su particularidad, un derroche de innovación y creatividad frente a un riesgo geológico; sus mitos y leyendas en torno a las sorginak; y su extensa Historia, que abarca desde un poblado Neolítico, a la fortificación del Nervión para la defensa del Puerto de Bilbao (otra de mis pasiones: las fortificaciones litorales), la propia de Horacio Echevarrieta, ser refugio y hospital durante la Guerra Civil española, o la del propio abandono y su recuperación…

No se requiere de operaciones complejas para producir efectos maravillosos, inalcanzables mediante procedimientos convencionales.

Roberto López de Eguiluz

En cualquier proyecto de Patrimonio Cultural el proceso es tan importante o más que el resultado final. Y en Punta Begoña ese proyecto ya está dando sus frutos en investigación, formación, desarrollo, transferencia de conocimiento y sobre todo, de participación social. Esto sólo se consigue a través de un compromiso claro y decidido de las instituciones públicas, que aquí se percibe… Debe ser un objetivo prioritario acrecentar el sentido de pertenencia y orgullo de la población de Getxo, por ser un espacio que forma parte de su historia y de su vida.