El prestigioso festival BBK Bilbao Music Legends Fest eligió Punta Begoña y el Alto Horno de Sestao como patrimonios “de leyenda” en los que presentar su programación para 2024.
Dentro de su modelo “Warming Up” y tras los conciertos de calentamiento celebrados en Sestao, el viernes 24 de mayo los getxotarras “McEnroe” actuaron a las 20 horas en Punta Begoña.
El concierto se desarrolló en “La bombonera de proa”, escenario absolutamente singular dentro de un contexto de restauración monumental y con vistas privilegiadas al mar Cantábrico y a sus mágicos atardeceres en esta época del año. Efectivamente, la climatología acompañó y el concierto al aire libre ofreció momentos inolvidables.
“McEnroe” actuó en formato de dúo acústico, adecuado a un espacio urbano monumental, y para un aforo de cien personas, máximo compatible con el proceso de restauración. Las entradas se agotaron rápidamente.
La organización del BBK Music Legends optó por Punta Begoña como “una de las obras arquitectónicas centenarias más significativa de Euskadi, por su singular ubicación y construcción”.
La selección de Punta Begoña como uno de los espacios monumentales elegidos por BBK Music Legends para extender el festival a Bizkaia, viene a sumarse al gran número de propuestas culturales y sociales que ven en las Galerías un espacio único para su desarrollo, y lo llenan de cultura, arte o actividades formativas y sociales, mientras avanza su restauración.
Estas actuaciones en “patrimonios de leyenda” fueron la antesala de una edición de BBK BILBAO Music Legends Fest que contó como cabeza de cartel con los míticos Deep Purple y Pretenders.
COMPARTIMOS LA CRÓNICA DE ALFREDO VILLAESCUSA EN MARISKAL ROCK:
«Las invitaciones para el show exclusivo en lo alto de las galerías de Punta Begoña estaban agotadas, por supuesto. (…) El formato elegido para la ocasión era el dúo, aunque no completamente acústico, como se anunciaba en el cartel. El líder Ricardo Lezón hizo gala de su sobriedad habitual, pero por esta sencillez que solo tienen los genios supo ganarse al atento y educado respetable. Ojalá todos los conciertos fueran así (…) Al ser un bolo al aire libre, de vez en cuando se mezclaban otros sonidos como el de un avión en «La electricidad» y el efecto era impresionante. Extraordinarias coincidencias de la vida. (…) Para despedirse, (Ricardo) mencionó que vivió una temporada a escasos metros de Punta Begoña, por lo que se acordó de su padre en «Manuel», una gran manera de cerrar esa ventana por la que nos permitió asomarnos a su interior».
Texto de Alfredo Villaescusa para Mariskal Rock en crónica del 24 de mayo de 2.024